lunes, 24 de septiembre de 2012

Supervivencia


Los poemas deben escribirse en cuanto se piensan. La máxima nulla dies sine linea no expresa una cuestión de perfeccionamiento, académica, sino de improrrogable, primordial, imperiosa e ineludible supervivencia.

Tus poemas no sobrevivirán al paso del día. El poema depende de tus concretas circunstancias de pensamiento, cambiante según nimiedades como el tráfico, tu estado anímico, el clima, tu percepción de la luz y del tiempo. Desde el mismo momento en que se te ocurren están moribundos, esperando el remedio que sólo puede darles tu trazo en un papel. Si no se lo das, ten por seguro que morirán en ti.