domingo, 27 de enero de 2013

El vuelo de Ícaro


Sé que hay muchas cosas que no pudiste hacer. Ver todas las películas que ha hecho el hombre, viajar a todos los países antes de que sus fronteras cambien, para tener que volverlo a hacer. Acostarte con miles de mujeres, porque cada una sabe distinto. Probar todas las bebidas, tirarse en paracaídas. Jugar, aprender, divertirse. Ver mi nueva casa. Conocer a mi última chica. Alegrarte por mi última matrícula. Verme conducir, o subirme a un escenario. Verme cantar. Montar en bicicleta juntos. Ir de excursión.

Hace un tiempo me dije que no dejaría de hacer cosas nuevas, cosas que, sobre todo, me dieran miedo. Tú me has hecho ver que no me queda tiempo, que ha empezado la cuenta atrás. He retomado las ganas de volar, y me he reforzado las alas con barro cocido. Quiero hacer todas esas cosas que tú no pudiste hacer. Volaré alto, como te dije, hasta que llegue al sol. Como aquel poeta muerto, viviré.

Y así moriré, habiendo vivido, estrellando mi imaginación contra el suelo, rompiéndola por fin, rompiendo mi caja, esparciendo mis ideas, desfigurado, pero habiendo vivido con tu recuerdo.