En lo más profundo,
cubierta de roca,
reposan mi boca
y mi yo mudo.
Viaje al corazón del pecho oprimido
por el peso del mundo,
con venas de magma
y palabras de enigma.
Sepultado por temores,
toneladas de mineral,
mi silencio cruje
bajo presión descomunal.
Palabras de amor,
caviladas lustros,
esperan el temblor
para romper el pulcro.
Roca, sólo son
palabras aplastadas
con formas de fuego
y lágrima diamantina.
Roca, son sólo
recuerdos puros,
deseos seguros,
propósitos sólidos.
Fantasías de cera,
cuerpos fundidos,
volcanes congelados,
grafito y carbono.
Inescrutable ruido humano
calla a los cimientos:
el amor olvidado,
omnipresente el miedo.
El día que erupte mi voz,
temblará la Tierra:
ni yo soy el centro del mundo,
ni tú una roca cualquiera.
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